12 de diciembre de 2011

Un largo y cálido invierno.

"En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de cosecha, enseña; en invierno, goza."
William Blake, poeta inglés.






     Ya está aquí, bueno casi, no oficialmente pero ya se deja sentir, ¡por fin! Aunque dicen que este año viene suavecito; y debe ser verdad, aquí donde vivo aún no hemos bajado de los -3ºC. (26.6ºF), pero no importa queda mucho por delante. Y tú no te preocupes, si, durante los meses anteriores, has sido hormiga en lugar de cigarra, no tienes nada que temer.
     Bueno sí, hay quien, haciendo caso omiso, aún sale a la calle en manga corta, aireando pecho u ombligo, o las dos cosas, según vaya avanzando la noche, entre garito y garito de vaso largo y mesura corta, y cuando menos se lo esperan ¡zas! corriente que te pilló. Nada que no se arregle con una semanita de reposo, sofá, mantita , miel con limón... 
...y, por supuesto, música, la que te guste, da igual, te ayudará; pero si el abotargamiento que sientes te impide elegir, me voy a permitir recomendarte esta preciosa obra con la que vamos a terminar la serie estacional del maestro Vivaldi, su último concierto dedicado a las estaciones del año, el "Concerto n.º 4 en fa menor, Op. 8, RV 297,   Invierno".

"El invierno"
(1er. mov: Allegro ma non molto)
     Nuevamente el maestro veneciano vuelve a construir un magnífico ejemplo de lo que se conoce como música descriptiva. Con sólo un poco de imaginación se pueden visualizar las ráfagas del gélido viento que azotan sin piedad a los sufridos campesinos. Vuelve la calma, caen en picado las temperaturas, tiemblan los cuerpos y castañetean los dientes. El regreso de la tempestad aminora el frío y anima a la desbandada general en busca de buen cobijo.

     Sólo el buen hacer de ese gamberro encantador, virtuoso genio del violín llamado Nigel Kennedy, provoca en mí la duda sobre que versión de tan maravillosa obra me gusta más. Y este movimiento, mi preferido, que podéis escuchar a continuación, es el que ha inclinado la balanza a su favor, ganándole la batalla por muy, pero por muy poco al ese gran matrimonio Karajan-Filarmónica de Berlín. Sublime.

"El invierno"
(2º mov: Largo)
     Una cautivadora melodía a cargo del solista nos hace revivir una apacible tarde de lluvia resguardados al calor del hogar mientras a través de la ventana vemos las gotas de lluvia golpeando y resbalando sobre el cristal, efecto genialmente conseguido por el gran Vivaldi gracias a los pizzicatos (pellizcos sobre las cuerdas) de los violines 1º y 2º. Lo dicho, sublime.


     Y lo bonito que es pasear una espléndida mañana de domingo, con alguna nube filtrando los, ya de por sí, débiles rayos solares, ni una brizna de viento y a -5º C. de temperatura; qué bien se respira, aire limpio, frío seco, tan sano, tan purificante. Y para hacerlo todavía más poético, no ha de faltar una delgada capa de blanca nieve y el sonido de su crujir bajo nuestros parsimoniosos pasos. Eso sí, la nieve que esté dura como el diamante, más que nada para evitar que esos pequeños cabroncetes de siempre, nos estropeen con sus guerras de bolas e histéricos griteríos la tan bucólica escena antes dibujada.
"El invierno"
(3er. mov: Allegro)
     Y eso es, más o menos lo que en este tercer y último movimiento se nos intenta describir: el cauteloso caminar sobre el hielo que empieza a resquebrajarse. Nuevamente corremos a refugiarnos al calor del hogar y sentimos como el fuerte viento intenta colarse por las rendijas de puertas y ventanas. Pero estamos a salvo, motivo de alegría, al mal tiempo, buena cara, que nunca a llovido que no escampara.
     Y como refuerzo de este último mensaje os dejo una inolvidable escena de una de esas grandes joyas cinematográficas como ya no se hacen desde hace mucho tiempo, de esas que no te dejarán indiferente, que te arrancarán una sonrisa una y otra vez y te harán pensar en la enorme suerte que tienes de poder disfrutarla y de poder vivir algo así en cuanto te lo propongas. ¡Ay, si nunca lloviera!


"Singing in the rain"
I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feelin'
I'm happy again
I'm laughing at clouds
So dark up above
The sun's in my heart
And I'm ready for love
Let the stormy clouds chase
Everyone from the place
Come on with the rain
I've a smile on my face
I walk down the lane
With a happy refrain
Just singin',
Singin' in the rain
Dancin' in the rain
Dee-ah dee-ah dee-ah
Dee-ah dee-ah dee-ah
I'm happy again!
I'm singin' and dancin' in the rain!
I'm dancin' and singin' in the rain...
Why am I smiling
And why do I sing?
Why does September 
Seem sunny as spring?
Why do I get up
Each morning and start?
Happy and head up 
With joy in my heart
Why is each new task
A trifle to do?
Because I am living
A life full of you.

'Cantando bajo la lluvia.'
Estoy cantando bajo la lluvia,
solo canto bajo la lluvia,
¡qué glorioso sentimiento!
Estoy feliz otra vez,
me estoy riendo de las nubes,
tan oscuro adelante,
el sol esta en mi corazón
y yo estoy listo para el amor.
Deja a la nubes tormentosas perseguirme,
vengan todos conmigo a la lluvia,
tengo una sonrisa en mi cara,
camino por la calle
con un estribillo feliz
solo, cantando,
cantando bajo la lluvia
Bailando en la lluvia
Dee dee dee-ah-ah-ah
Dee dee dee-ah-ah-ah
Estoy feliz otra vez,
estoy cantando y bailando bajo la lluvia,
estoy bailando y cantando bajo la lluvia...
¿porqué estoy sonriendo?
¿y porqué canto?
¿porqué septiembre se ve soleado en primavera?
¿porqué me levanto
y comienzo cada mañana 
feliz y contento,
con alegria y gozo en mi corazon?
¿porqué cada tarea por hacer

me parece tan nimia?
Es porque estoy viviendo
una vida llena de ti.


     Se acabó, disfrutad del largo invierno (los del hemisferio sur, no desesperéis, todo llega).En cuanto a mí, por lo que me toca, tendré que conformarme con soñar que estoy en mi refugio de la montaña, que tanto os gusta visitar, viendo llover por la ventana, desde mi sillón favorito, cerca de la chimenea, con buena música, buena lectura y buen café. Y lo de buena compañía, ya sabéis, depende de vosotros. Hay sitio. 






     ¡Dios! Está amaneciendo, ¿acaso no es tiempo de eternas noches y exiguos días? 
Me habré quedado dormido en mi emimismamiento.
No, imposible, ¡una noche perdida!

     O no.











          

2 comentarios:

  1. la selección de música y palabras me han abrigado en esta tarde más fría que cálida, pero que acompañado de buena música es mucho más llevadera...

    cuando nada funcione en nuestro mundo imperfecto podemos abandonarnos a la perfección de una melodía...

    un abrazo, muy buena entrada.

    juan carlos

    ResponderEliminar
  2. Entonces, mi querido amigo, misión cumplida, objetivo conseguido, gracias, pero he de ser yo quien te felicite por haber conseguido, por una larga temporada, mi satisfacción, y para tu vida, el balsámico poder de la buena música, literatura y las bellas artes en general. Y te lo dice quien cada vez está más convencido que la salvación, la redención (física) de la humanidad está en el Arte, pero esta es una teoría que de la que trataré otro día. Gracias por tu generoso comentario, un abrazo.

    ResponderEliminar