13 de junio de 2012

Momentos viajeros: ASTURIAS.

"Si un asno va de viaje no regresa hecho caballo" (Anónimo).


Hola, hoy vamos a inaugurar una nueva sección, vamos a viajar. Sí, por el mundo, por éste, de momento. Como están de moda los programas de viajeros, pues se me ha ocurrido subirme a la ola, eso sí, en mi caso, sin moverme del porche de mi cabaña; como mucho abandonaré la comodidad de mi vieja mecedora de vez en cuando para escanciarme un culín de  sidra y traerle un poco más de agua a Canelo, quien sestea inquieto aquí, a mis pies, quién sabe si soñando dormido lo que yo sueño despierto.
Pues sí, me he propuesto viajar, imaginariamente, claro, que bastante tiene uno con viajar por obligación y ya sabéis que en casa del herrero, cuchara de palo, ¿y quién soy yo para salirme de la senda tan bien marcada a lo largo de siglos y siglos por la sabiduría popular?
Pues eso, lo mismo visitaremos lejanos países como cercanas ciudades, desde las más remotas regiones a los más acogedores rincones, siempre a través de la música. ¿Qué pais, ciudad, localidad, municipio o incluso camino, no tiene un músico célebre, un cantante, una canción, un... algo arraigado en su historia?


 ¡Vaya, ya está el listo de siempre, el que todo lo sabe! A ver, Angelín, que era ¡una pregunta retórica!

En fin, sigamos. Y, como no podía se de otra forma, comenzaremos nuestra singladura por mi querida y añorada tierra asturiana, por el Principado de Asturias, en el norte de España. En el centro de la región se encuentra su hermosa capital, Oviedo (la Vetusta que Leopoldo Alas Clarín describía en La Regenta), y un poco más al norte, ya bañado por las frías aguas del Mar Cantábrico, nos encontramos en el municipio de Gijón, cuya capital homónima es la ciudad más habitada de todo el Principado. Uno de los barrios más populares de las tierras gijonesas, perteneciente a la parroquia de Vega, es el conocido como poblado de La Camocha, que nació como asentamiento de los trabajadores, y sus familias, de la histórica mina La Camocha, que allá por los años 30 comenzaron las labores extractivas del negro carbón. Se cree que el nombre de La Camocha viene de que en los terrenos en los que se iba a construir la mina había pastando una vaca mocha, es decir, que le faltaba un cuerno. Y hasta aquí quería yo llegar, es decir: FIN DEL VIAJE. Pero no de la visita.
Veréis se decía que las vetas del negro mineral eran tan abundantes y largas que incluso se adentraban en el mar. Y alguien, llamado José León Delestal, escritor y periodista asturiano, escribió una preciosa canción, musicada por el maestro Casanova, en la que se rinde un emotivo homenaje a los trabajadores de dos de las más duras y penosas profesiones que existen: la mina y el mar. Y ese es el título de esa canción. Y esa es mi canción favorita de la rica música tradicional asturiana y por eso hemos llegado hasta aquí.

'La mina y el mar'
(Esta canción fue escrita -y es cantada- en lengua asturiana, pero me he decidido por escribir la versión en español para facilitar la traducción automática a quien lo considere necesario, creo que es una letra demasiado hermosa que nadie debería perder la oportunidad de conocer).

La mina de La Camocha
 dicen que va bajo el mar,
 que por eso los mineros
 oyen las olas bramar.

Por eso en el tajo
 se oye este cantar:
 pobre de aquel marinero
 que trabaja sin miedo
 a la tempestad,
 pobre de aquel marinero...

La mina de La Camocha
 dicen que va bajo el mar,
 por eso los marineros
 oyen el grisú explotar

Por eso en la proa
 se oye este cantar:
 pobre de aquel minero
 que trabaja en la mina
 en la oscuridad
pobre de aquel minero...

Así es la mina
 y el mar.

Que alegría volver a contar con la visita de Jerónimo Granda, cantautor asturiano, además de gran showman, muy apreciado en nuestra tierrina, en donde no es raro encontrárselo en cualquiera de los muchos festejos que por allí se celebran, haciéndose querer por el mucho público que le adora, lo cual es bastante fácil dado el carácter tan abierto, siempre alegre, simpático y socarrón que desprende, además, por supuesto, de la buena voz con que adorna sus cantares. Yo recuerdo con gran cariño y nostalgia (y seguro que no soy el único) un programa que presentaba allá por la década de los 80, en la programación regional de RTVE, llamado La radio piquiñina, desde donde nos ponía al día de las noticias más o menos importantes, pero, como decimos nosotros, de aquella manera, la suya. ¡Grande Jerónimo!
 La mina La Camocha cerró definitivamente su boca el 31 de Diciembre de 2008, después de más de 70 años de extracciones, y con mucho carbón aún en sus entrañas, alguien había decidido que esas extracciones ya no era rentables.
Hoy en las cuencas mineras asturianas y del Bierzo leonés llevan ya unas cuantas semanas de movilizaciones, han vuelto a aquella lucha obrera de tiempos muy grises y no tan lejanos.

Alguien ha vuelto a decidir que tampoco son rentables.

Hoy ocuparán las portadas de los principales periódicos.

¿Será la crónica de una muerte anunciada?



O no.





         

7 de junio de 2012

Memento?

"La armonía más dulce de escuchar es el sonido de la voz del ser amado".
Jean de La Bruyére, escritor, ensayista y moralista francés.



Este será un post tan breve como especial, en conmemoración de que, afortunadamente, sigo, seguimos, seguís, teniendo algo que recordar  y, por lo tanto, algo que celebrar, de ahí la necesaria concisión -que no parquedad- en cuanto a lo expuesto a continuación.

Ya han pasado cuatro años desde que un muy escogido grupo de personas disfrutamos de una jornada muy especial en un paradisíaco lugar en el que aventurarse a hacer ciertas celebraciones tiene su riesgo. Pero aquel 7 de junio amaneció radiante, intercalado entre dos jornadas de refrescante, pero molesta para la ocasión, lluvia. Hay quien afirma que la docena de huevos llevada en ofrenda a las monjas clarisas tuvo algo que ver y no voy a ser yo quien se atreva a negar tal afirmación. Lo cierto es que todo fue maravilloso, inolvidable. Y no es menos cierto que no estábamos todos los que éramos -mea culpa- pero sí fuimos todos los que estábamos. Fuimos dichosos, fuimos felices. Y quien esto escribe y quien le soporta desde entonces, nacemos cada día como la Flor de la Mañana de la preciosa pintura que veis a continuación, y que podéis ampliar haciendo click en la imagen, obra del pintor de origen ruso Vladimir Kush.

Vladimir Kush
'Morning Blossom' de Vladimir Kush.
Y sirva para ilustrar musicalmente tan celebrada efeméride una de las más bellas canciones de la historia de la música, al menos de la que mi exiguo conocimiento guarda con gran celo en el almacén de mi fatigada memoria. Y sirva también en recuerdo de dos de los más grandes genios que nos dejaron no hace mucho, o hace una eternidad, depende como se mire: Lucio Dalla y Luciano Pavarotti. El primero, poeta, músico y cantautor italiano, artífice de esta maravilla que interpreta acompañado del segundo, uno de los mejores tenores de los últimos tiempos, que bordaba como nadie esta espléndida canción, por cierto, compuesta en honor del que quizá sea el tenor más grande de todos los tiempos, Enrico Caruso.


'Caruso'
(Letra original en dialecto napolitano)

Qui dove il mare luccica
e tira forte il vento
su una vecchia terrazza 
davanti al golfo di Surriento
un uomo abbraccia una ragazza
dopo che aveva pianto
Lucio Dalla
poi si schiarisce la voce e ricomincia il canto: 
Te voglio bene assai
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai c
he scioglie il sangue dint'e vene sai... 
Vide le luci in mezzo al mare
pensò alle notti là in America
ma erano solo le lampare
e la bianca scia d'un'elica
sentì il dolore nella musica
si alzò dal pianoforte
ma quando vide la luna uscire da una nuvola
gli sembrò più dolce anche la morte.
Guardò negli occhi la ragazza
quegli occhi verdi come il mare
poi all'improvisso uscì una lacrima
e lui credette d'affogare.
Te voglio bene assai
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai...
La potenza della lirica
dove ogni dramma è un falso
che con un po' di trucco e con la mimica
puoi diventare un altro
Ma due occhi che ti guardano
così vicini e veri
ti fanno scordare le parole
confondono i pensieri.
Luciano Pavarotti
Così diventò tutto piccolo
anche le notti là in America
ti volti e vedi la tua vita
come la scia d'un'elica.
Ah si, è la vita che finisce
ma lui non ci pensò poi tanto
anzi si sentiva già felice
e ricominciò il suo canto:
Te voglio bene assai
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai...



Aquí, donde el mar resplandece
 y sopla fuerte el viento
 sobre una vieja terraza 
frente al golfo de Sorrento
 un hombre abraza a una muchacha 
después de haber llorado
 luego se aclara la voz y  retoma su canto:
Te quiero mucho, mucho,
pero mucho, mucho, ¿sabes?
en una cadena ya
que hierve la sangre en mis venas, ¿sabes?
Vio las luces en el mar
y pensó en las noches allá en América,
pero no eran más que unos barcos
y la estela blanca de una hélice.
Sintió el dolor en la música
se levantó del piano
pero cuando vio la luna emergiendo de una nube
Enrico Caruso
aún le pareció más dulce incluso la muerte.
Miró a los ojos de la muchacha,
aquellos ojos verdes como el mar
luego de improviso cayó una lágrima
y él creyó que se ahogaba.
Te quiero mucho, mucho,
pero mucho, mucho, ¿sabes?
es un cadena ya
que hierve la sangre en las venas, ¿sabes?
El poder de la ópera
donde cada drama es un engaño,
que con un poco de  maquillaje y con la mímica
puedes convertirte en otro.
Pero dos ojos que te miran
tan cercanos y tan reales,
te hacen olvidar las palabras,
confundiendo los pensamientos.
Entonces todo parece tan pequeño,
también las noches allá en América,
miras atrás y ves tu vida
como la estela de una hélice.
¡Oh, sí! es la vida que se acaba
pero él no piensa mucho en ello,
de hecho se sintió ya feliz
de retomar su canto:
Te quiero mucho, mucho
pero mucho, mucho, ¿sabes?
es un cadena ya
que hierve la sangre en las venas, ¿sabes...?
Circula por la red una muy melancólica versión que intenta explicar la historia que cuenta esta canción, pero sólo es eso una romántica leyenda, que queda muy bien en los blogs, pero parece ser que la letra está basada en una canción tradicional napolitana sobre la que el buen Lucio quiso reflejar los últimos días de la vida del gran Caruso, narrando la trágica experiencia de un hombre enfermo, que se sabe en sus últimos días, contemplando el rostro de su hermosa y joven amada.
Y con mi amada espero celebrar hoy como se merece tan dichoso evento con toda la parafernalia requerida para la ocasión, así que os dejo, no sin antes pediros que nos acompañéis en un brindis dedicado 'Al tiempo que pasamos juntos' como casualmente se titula el cuadro que expongo bajo estas líneas, ¡hay que ver, qué cosas!


'To our time together' de Vladimir Kush.


¡Ah!, como auto-regalo de aniversario me he permitido adoptar una mascota para este mi, nuestro, vuestro, Blog con que tanto disfruto -amos, -ais... Más que una mascota, será un compañero de cuya compañía disfrutaré en mi querida cabaña, en lo alto de esta magnífica montaña, escuchando hermosas melodías mientras esperamos vuestras anheladas visitas.


¡Hala Canelo, saluda!


¿Lo veis? ¡A él también le gustáis!
Sí...