2 de septiembre de 2012

...de cuyo nombre no quiero olvidarme.

'Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama'.
Alfred de Musset, escritor francés del sXIX.


Al equipo, colaboradores y oyentes del programa EN MARCHA.
(Enlace al post anterior: Desde un lugar de La Mancha...).




"Estando en esto, llegó acaso a la venta un castrador de puercos, y así como llegó sonó su silbato de cañas cuatro o cinco veces, con lo cual acabó de confirmar Don Quijote que estaba en algún famoso castillo, y que le servían con música, y que el abadejo eran truchas, el pan candeal, y las rameras damas, y el ventero castellano del castillo, y con esto daba por bien empleada su determinación y salida."
El Quijote, cap. II (fragmento).







Estando en nada y en todo, resignados al abandono estival, llegó acaso aquel hidalgo manchego, juglar de la palabra amable, tenor de la carcajada contagiosa, pregonero de alegrías, antídoto de penas y melancolías, y púsose, sin más, a proclamar  a los cuatro vientos su verbo cautivador y pausado, de erres y acentos bien marcados, que bueno es hablar con sabiduría y más con claridad, desterrando dudas y dando fe al más claro, agua.
Y así, y en éstas, obróse el milagro:


Fueron las noches, días,
Y los días, espera de amor.
Las madrugadas, renaceres,
Trasnochar fue religión.

Y los gallos, Farinellis,
¿Ir al tajo?, ¡en procesión!
Jaquecas, bajo contínuo.
El insomnio, ¿hay mejor don?

Carreteras tortuosas y negras
Níveas partituras son,
Con sus fusas, redondas y corcheas,
¡Que no es bache, es calderón!

Y fue tal la algarabía,
Tanta la expectación,
Que hasta la luna lunera
dos veces, dos, brilló.

Y gentes de todo el mundo
De toda clase y condición,
Conociéronse y amistáronse
En fraterna comunión.
                      (Florentino Menéndez).

Pues sí, amigos, el verano se acaba y se va nuestro líder de las ondas, pero eso es algo que ya estaba escrito, y aunque no por esperado es menos duro, toca despedirse. Pídeme, para la ocasión, el alma un réquiem, pero el corazón, que atiende más a la razón, me dice que no, que a quienes nos han regalado tantos buenos momentos sería menester corresponderles, además de con nuestro agradecimiento, con buenos deseos.

Así sea, pues. Os vais, con la firme y solemne (para nosotros sagrada) promesa de regresar. En nombre de todos vuestros fieles seguidores, os deseo que el viaje que emprenderéis alrededor de un -ahora larguísimo- calendario, os sea de lo más propicio y enriquecedor. Que esa larga travesía la hagáis por un mar en calma y que el viento que os impulsa os lleve también el calor de nuestro amor, de nuestra amistad.
Que sea un viento cálido y suave.
Que suave sea el viento.
   
'Soave sia il vento'.

Soave sia il vento,
tranquila sia l'onda
ed ogni elemento benigno
risponda ai nostri desir...
Que suave sea el viento,
tranquilas las olas
y que todos los elementos benignos
respondan a nuestros deseos...




En este bellísimo trío perteneciente a la ópera buffa 'Così fan tutte' (Así hacen todas), de Mozart, Don Alfonso y las dos hermanas Dorabella y Fiordilligi, se despiden desde el puerto de Ferrando y Guglielmo -prometidos de ambas damas- que supuestamente parten para la guerra como oficiales que son. Y digo supuestamente porque en realidad sólo es una estratagema tramada con Don Alfonso, con quien han apostado que sus prometidas siempre les serán fieles aún en la distancia. En realidad piensan volver disfrazados y cada uno intentar enamorar a la novia del otro. ¿En qué acabará tan alocado desafío? Por supuesto, y como siempre, no seré yo quien os desvele el final, eso ya es cosa vuestra y de vuestras prioridades. Suerte.




Bueno, pues ya está, como quien dice, todo el pescado vendido. O quizá no, algunos, cada vez más, tenemos la vana ilusión de que tarde o temprano se escuchen nuestro unánime grito y sea en justicia reparado ese entuerto por desfacer que, al fin y al cabo, nos da la vida mientras esperamos con paciencia. 

Queridos amigos, e-amigos y visitantes: 

Nos sentimos.


¡Sí!




         


No hay comentarios:

Publicar un comentario